Descripción

Os contábamos en uno de los posts del blog dedicados al día del padre que como las mayores compradoras de tazas somos las mujeres, los fabricantes diseñan pensando en las mujeres. Incluso cuando se trata de tazas para ELLOS. Sí. Esas también las fabrican pensando en «nuestros gustos».

Así es como una se vuelve loca intentando encontrar tazas masculinas para el día del padre.

(A todo esto. ¿Quién les ha dicho a los gurús del marquetín que a las mujeres no nos gustaran los diseños sobrios? Porque no tengo muy claro por qué se consideran masculinos. Pero vamos, que ese es otro tema)…

Como estas tazas largas, que me las llevaría a casa (y no puedo porque al final alguien me va a diagnosticar un Diógenes) y a la vez, me parecen de lo más masculinas. Y es que si piensas en papás, novios, tíos, padrinos, compañeros de trabajo, maridos, amigos… JO-VEN-CI-TOS, pues las tazas con un dibujo o un mensaje original y divertido están chulísimas y las recomiendo efusivamente. Pero para señores a partir de cierta edad, pues… Que sí, que es cierto que nos sobran complejos y etiquetas, pero ¿me entendéis?. No sé cómo explicarlo…

Si vais al listado de tazas y mugs de la tienda y pensáis en hacer un regalo elegante y masculino a un señor estupendo de 45 a 70 años, veréis que en realidad hay pocas opciones (si no es para cumpleaños o cosas así) y por eso estoy tan emocionada con el estilo de estas tazas. Porque me doy cuenta de que hay un segmento de mi público que no está bien atendido. Total, que a las ventas me remito. Las tazas de gres fueron la propuesta que hicimos para el Día del Padre y se han vendido como churretes. (Gran parte del éxito se debe al efecto «pues me llevo una para papá y otra para mí»).